No todas las noticias generadas en 2020 fueron negativas, y el mejor ejemplo de ello es Casa Frida, un espacio surgido en plena pandemia para recibir y ayudar a aquellas personas que han tenido que dejar su hogar debido a su orientación sexual.
Lo que dicen las estadísticas
Si hay algo que dejan claro las actividades en torno al Mes del Orgullo LGBTQI+ es que aún falta recorrer un largo camino para que cada individuo pueda expresar su identidad de forma libre. De acuerdo con la última Encuesta Nacional Sobre Discriminación, realizada en 2017 por el INEGI, el 30% de las personas que declararon que su orientación sexual era diferente a la heterosexual afirmó haber sido discriminada a causa de ello. Además, el 72% de las personas trans afirmó que en México se respetan poco o nada los derechos de los grupos sociales, opinión que comparte el 66% de las personas gays y lesbianas encuestadas. Si bien estas cifras ofrecen un panorama cuantificable, la realidad es que no logran retratar el extremo más peligroso de la discriminación: el de la violencia ejercida contra las personas que han decidido amar distinto.
Casa Frida: puertas abiertas a todos
Esta es la situación que viven muchísimos individuos en México, quienes han tenido que abandonar sus hogares y lugares de origen a causa de los abusos y amenazas recibidas por parte de quienes no aceptan su individualidad. En la mayoría de los casos, las agresiones provienen del propio núcleo familiar; en otras, del entorno social y laboral.
Así, Casa Frida es un espacio concebido para ellos. Este refugio fue constituido por los activistas y especialistas en Derechos Humanos Lucía Rojas y Raúl Caporal, quienes fundaron este espacio con el objetivo de dar alojamiento, contención económica y cuidados de salud integrales a las personas LGBTQI+ que han sido desplazadas por su identidad sexual y expresión de género.
Fundada en mayo de 2020, Casa Frida brinda especial atención a situaciones de urgencia, facilitando la alimentación y hospedaje por un periodo máximo de 90 días. Dentro de sus instalaciones proveen artículos de higiene, sirven comidas balanceadas y se realizan valoraciones médicas.
Mucho más que alojamiento
Además de las necesidades básicas de sustento y seguridad, Casa Frida también se preocupa por el desarrollo psicosocial de sus inquilinos, ofreciéndoles acompañamiento emocional y mental a través de sesiones psicológicas y valoraciones clínicas. En ellas se pone especial énfasis en el empoderamiento y la autoafirmación y se hacen valer de intervenciones comunitarias para fortalecer el sentido de pertenencia a un colectivo. En alianza con la Universidad Iberoamericana, también brindan sesiones de seguimiento terapéutico a aquellos egresados que llegaran a requerirlo.
Por último, pero no por ello menos importante, su equipo ha diseñado programas de inclusión al campo laboral y de generación de un Proyecto de Vida; para dar algunos ejemplos, aquí los ayudan a elaborar su currículum vitae y se les capacita para integrarse a un empleo que les permita lograr independencia económica. En algunos casos, el acompañamiento del individuo ha concluido en el retorno al hogar familiar.
Su labor en números
Así como iniciamos ofreciendo cifras sobre la situación que viven las personas LGBTQI+ en México, nos gustaría cerrar mostrando números sobre los logros que ha tenido Casa Frida en poco más de 365 días de operación.
Ubicada en la colonia Héroes de Churubusco, en la alcaldía Iztapalapa, su sede ha dado refugio a más de 125 personas entre mayo de 2020 y mayo 2021, de los cuales el 47% son jóvenes de entre 21 y 29 años y el 27% menores de 21 años. El 79% de sus inquilinos es mexicano y el 21% proviene de otros países, entre los que destacan Honduras, Guatemala y El Salvador. Del porcentaje nacional, la mayoría proviene de la CDMX y el Estado de México, demostrando que, a pesar de la apertura y tolerancia que hay en la capital, aún existen prácticas discriminatorias.
La buena noticias es que de todos las personas que han ingresado, 177 han dejado el centro de forma exitosa a través de algunos de sus canales de trabajo: reintegración familiar, creación de una red de apoyo o autonomía económica.
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Para continuar con su labor, Casa Frida está abierta a recibir aportaciones en efectivo para cubrir gastos fijos (luz, agua, gas, internet…) o incluso donativos de alimentos. Si estás interesado en colaborar o quieres obtener más información sobre el trabajo que aquí realizan, puedes dirigirte a su página oficial (refugiocasafrida.com) o comunicarte al teléfono 55 6379 6215.