Si quieres darte una escapada de la ciudad, respirar aire fresquito y desconectarte del estrés, este pueblo mágico es la opción ideal. No está tan lejos de la CDMX y puedes llegar muy fácil. Además su lago y el bosque te renovarán por completo.
Dónde hospedarse
Una excelente opción es El Santuario Resort, que queda justo a la orilla del lago y tiene una vista muy bonita. Cuenta con servicios como canotaje, esquí o golf, además de un spa completo con todos los tratamientos. Aunque si buscas algo más de diseño, también está La Casa Rodavento en el centro de Valle, que cuenta con un restaurante del chef Alberto Colín. No obstante, una de las ventajas que tiene este pueblo mágico es que si no te convence quedarte en un hotel, también puedes rentar por noche alguna de las cabañas que hay en el bosque. Las hay en precios accesibles, como las Cabañas del Lago o las de El Estribo.
Actividades que no puedes perderte
En Valle de Bravo hay diversas actividades para que decidas cómo quieres pasar tu día. Entre las más tradicionales está la navegación en kayak alrededor de la presa Miguel Alemán (el lago) durante dos horas. Después de eso puedes tomar un tour de cascadas pues muy cerca, a menos de diez minutos, se encuentra Avándaro, en donde es posible observar el Velo de Novia y la cascada del Molino. También está la opción de montar a caballo hasta un centro de meditación tibetano llamado Gran Stupa Bön (construido para la Paz Mundial). Hacer senderismo para recorrer la Peña del Valle es indispensable (sobre todo si lo haces al atardecer), y también un buen ejercicio para conocer restos de la época prehispánica así como cuevas formadas de roca caliza. Pero no te puedes ir de Valle sin haber visitado el Santuario de la Mariposa Monarca. Por último, para hacer compras y consentirte, el tour por el pueblo con sus calles empedradas y casas con tejas es muy ameno.
Restaurantes que vale la pena conocer
Ya sea como antojo o como desayuno, los churros de Los Churros de Valle son realmente deliciosos. Hay varias opciones súper cómodas y accesibles donde puedes comer en Valle de Bravo, por ejemplo, la panadería San Simón, que no vende solo pan sino una pizza hecha al carbón para que degustes junto con una copa de vino. También puedes ir a Los Veleros, un restaurante que tiene vista al lago y que tiene platillos como sopas de cebolla o una trucha que preparan a las finas hierbas con mantequilla. Aunque si tienes antojo de algo más, Deportados BarBQ tiene opciones muy generosas como las costillas de brontosaurio, las alcachofas y los elotes amarillos.