Por si te gana el antojo de probar unas buenas carnes frías y guisados españoles, estos restaurantes traen un pedacito de la Madre Patria hasta la CDMX. Acá te dejamos cinco de nuestros favoritos que nunca fallan.
1. Puerto Getaria
Es uno de los mejores restaurantes de cocina vasca, en donde puedes encontrar pintxos, callos a la andaluza, la tradicional paella, huevos rotos con jamón serrano, bacalao y muchos más platillos típicos del país europeo. Su chef, Íñigo Aramburu, se ha especializado en hacer cocina contemporánea, sin renegar de las tradiciones. Además, es uno de los lugares con más variedad de vinos: tienen casi centenar y medio de etiquetas.
📍Dakota 159, Nápoles
2. Zeru
En el barrio de San Ángel, este lugar ofrece especialidades mediterráneas como pan tomate y pimientos de gernika, así como las clásicas croquetas de jamón que combinan muy bien con su locación, moderna y al mismo tiempo súper amena para que toda la familia pase un buen domingo. Fíjate muy bien en las especialidades que anotan, día a día, en sus pizarrones. Hace poco renovaron su menú y ahora es fácil encontrar opciones de platillos para compartir al centro de la mesa.
📍Revolución 1547, San Ángel
3. El Cien
Si lo tuyo es la comida casera, esta es una buena opción. Se definen como un homenaje a la gastronomía española, así como a la relación entre México y España luego de que nuestro país acogiera a emigrantes españoles. No es casualidad que se enfoquen en servir platillos que preparan al interior de los hogares españoles: pulpo a la gallega, empanadas, tapas o ensaladilla.
📍Tamaulipas 100, Condesa
4. La Mallorquina
Está inspirada en la clásica taberna española, por lo que dicen que te sentirás en casa de la mano de las creaciones del chef Carlos Arrieta. Hay una variedad maravillosa de jamones y embutidos ibéricos, así como arroces, pescados y asados de lechón o cordera. Y, además, sorprendentemente tienen una amplia selección de gintonics que son preparados por un mixólogo profesional.
📍Altavista 207, San Ángel Inn
5. Casino Español
En el Centro Histórico de la ciudad no hay lugar más sorprendente que este, empezando por la fachada que tiene todo el edificio: construido en 1863, aún conserva esa estructura majestuosa que, de hecho, lo caracteriza. Su restaurante se encuentra en el primer piso y sirve platillos como el rabo de toro braseado en salsa de ibérico y vino tinto o el pulpo a la piedra marinado en aceite de oliva y pimentón, dignos de la alta cocina española.
📍Isabel la Católica 29, Centro Histórico