A tan solo dos horas de la Ciudad de México se encuentra uno de los miradores más espectaculares de todo el país. Su nombre es Peña del Cuervo y es el lugar perfecto para ver un atardecer inolvidable.
Este mirador natural está ubicado en la punta de una montaña cercanísima a Mineral el Chico, en Hidalgo. Por lo que este pueblo mágico es el punto de partida perfecto para explorar la zona, que alcanza hasta los 2,400 metros de altura sobre el nivel del mar.
El plan es tomar el coche un viernes por la tarde. El primer día puedes llevártela sin prisas en el pueblo: visitar la iglesia, pasear por las calles y tomar una tachuela: una bebida típica de la zona hecha con hiervas silvestres y frutas. Pero al día siguiente prepárate para explorar.
Día de naturaleza al máximo
Por la mañana recomendamos visitar el Parque Nacional El Chico. Hectáreas y hectáreas de bosques que podrás aprovechar en caminatas o en bici de montaña. El parque tiene distintos puntos para practicar ecoturismo —cañonismo, rappel, vía ferrata— e incluso pesca de truchas, como el Parque Recreativo o la Presa El Cedral.
El plan de la tarde ya lo conoces: subir hasta la Peña del Cuervo para obtener una de las vistas panorámicas más impresionantes del lugar. En la cima encontrarás una plancha circular especialmente fotogénica si cuentas con un dron. Ojo a las formaciones rocosas: una de las famosas es conocida como La Monja.
El domingo, después de un buen desayuno hidalguense, nadie te va a juzgar si consiste en trucha fresca en cualquiera de sus variantes, costará regresar a la ciudad. Pero siempre está la posibilidad de volver.