Este tranquilo pueblito cerca de Avándaro, en Valle de Bravo, es el plan perfecto para una salida de fin de semana
A 15 minutos de Rancho Avándaro y apenas dos horas de la CDMX, se ha desarrollado recientemente una comunidad que busca generar alternativas para la creciente urbanización de Valle de Bravo, creando nuevas opciones para vacacionar o vivir rodeado de la naturaleza, pero lo suficientemente cerca de la ciudad como para tener acceso a los servicios básicos.
Así es como ha crecido San Simón el Alto, con proyectos arquitectónicos que buscan general el menor impacto a la vegetación local, evitando la tala desmedida de árboles y construyendo en los espacios entre ellos, a fin de integrarse y respetar la armonía del entorno.
Dónde comer
Uno de estos espacios es la Panadería San Simón, que por sí sola merece el viaje. Más que un restaurante, se trata de una experiencia completa donde se busca fomentar la convivencia entre locales y visitantes, además de generar conciencia y sustentabilidad, con actividades de cosecha del huerto y menús especiales de temporada, basados en el cultivo local.
Aunque el acceso por terracería en medio del campo resulta algo complicado, es fácil de ubicar. Las bancas y mesas de madera recuperada de antiguas vías de tren crean un ambiente mágico y relajado. Los desayunos son altamente recomendados y por las noches se convierte en un espacio más acogedor, cuando se encienden las fogatas.
El local está dividido en tres partes: en el interior está la zona de pan, café y la tienda con productos principalmente locales, selección de vinos y cervezas artesanales. Afuera están las áreas de cultivo de ingredientes para consumo propio y la pizzería, a cargo de la chef Paola Sepúlveda, cuyo horno de piedra es el punto central del restaurante.
Poder disfrutar de una deliciosa pizza de pepperoni y pesto al aire libre, junto a tu propia fogata, hace que esta experiencia valga la pena por sí sola, pero si eres de los que buscan sacar el máximo jugo a cada viaje, te conviene saber que la Panadería San Simón es además el punto de encuentro con los guías de San Simón El Alto.
Qué hacer
Existe una gran oferta de actividades: trekking, bici de montaña, o simplemente disfrutar de la vida tranquila del pueblo y explorar los alrededores. Puedes contratar un guía de la comunidad para hacer una caminata o cabalgar por el bosque.
El circuito de las cascadas es uno de los planes más recomendables. Es un recorrido ligero, plano y tranquilo que se hace en paralelo al río, hasta llegar a una cascada. Puedes acordar con el guía el tiempo que te gustaría estar ahí para que ajuste el camino. Por supuesto, lo ideal es ir bien preparado y abrigado, porque puede hacer frío.
También puedes visitar el ojo de agua de un manantial y subirte a una llanta adaptada como columpio que está sobre el arroyo. Aunque la distancia desde la panadería hasta este punto es de solo cuatro kilómetros y unos 20 minutos de caminata, el recorrido es un poco más pesado, pero totalmente recomendable.
Si vas con niños, les encantará llegar hasta aquí y probar el muro de escalar que adaptaron en esta zona, además de las cabalgatas, que tienen un costo aproximado de 500 pesos por caballo, por cuatro horas de recorrido.
Antes o después de recorrer el bosque, es indispensable aprovechar la visita para probar los sabores únicos del pan recién horneado, la miel de abeja producida por apicultores locales y la deliciosa comida de Panadería San Simón, mientras admiras el increíble paisaje junto a una chimenea. Alejado del movimiento de Valle de Bravo, San Simón el Alto invita a visitarlo y descubrirlo más de una vez.
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San Simón El Alto, Valle de Bravo, Estado de México