Quizá no sea sorpresa que la Condesa es uno de los barrios más atractivos de la CDMX. En él podrás encontrar galerías de arte, tiendas locales y muchísima oferta gastronómica. Sigue este tour para que pases un día lleno de platillos y bebidas inolvidables.
Por la mañana
Para iniciar el día de una muy buena forma, hay que ir a la esquina del chilaquil. En Tamaulipas y Alfonso Reyes, puedes encontrar una camioneta en la que preparan tortas de chilaquiles con cochinita, pollo empanizado o milanesa con crema y queso. Después, debes ir a Clarice (por Clarice Lispector) por un buen café, como el Richard o el Té Quinto. Ahí mismo encontrarás una librería en la que podrás hojear y comprar libros. Para el antojito de mediodía, puedes pasar a Molino El Pujol, del chef Enrique Olvera, por un taco de aguacate y agua de maíz. En este lugar utilizan los mismos ingredientes y técnicas que el famoso restaurante Pujol, pero no te asustes: aquí los precios son muy accesibles.
Por la tarde
Para abrir el apetito, date una vuelta por La Piccolina, en la avenida Michoacán, para que te lleves a casa quesos y carnes artesanales. Sus dueños son italianos inmigrantes que cuidan los procesos de sus productos. Ahora, los tacos de La Hortaliza son la mejor opción para comer: hay de los guisados que te puedas imaginar, arroz con huevo, salchicha, lengua, bistec, chile relleno. Aunque también puedes ir a Pollos Poncho por un delicioso pollo rostizado. El lugar es muy bonito, de color gris con azul turquesa, y ofrecen bebidas clásicas de la marca Lulú. Después, toca ir de compras a Columpio, una tienda de ropa que te recordará a la primavera. Casi toda la ropa tiene un toque fresco y único, también encontrarás accesorios como manteles, cuadros o vajillas con diseños especiales.
Por la noche
Si te quieres consentir, debes ir a Cedrón para cenar, un restaurante del chef Alejandro Fuentes que se especializa en cocina mediterránea. Ahí puedes probar un increíble filete mignon en salsa de vino o un risotto de callo de hacha. Como alternativa, puedes cenar en Felina, que se encuentra en la frontera de la Condesa y la Escandón, tiene un estilo vintage súper cómodo del que no te vas a querer ir nunca. También hay opciones vegetarianas. Para unos tragos puedes visitar la terraza de Casa Decú, cuya iluminación es bohemia y súper romántica. Otra opción que nunca falla es Drunken Dog, un tap room que sirve cerveza artesanal y comida reconfortante.