La Ciudad de México esconde muchas leyendas, entre ellas la de un animalito que cada año se acerca más y más al campanario de una iglesia. Una vez que logre llegar ahí significará el fin del mundo (o por lo menos el fin de una era). Conoce la leyenda de la hormiga de Azcapotzalco.
Una de las construcciones más emblemáticas de esta alcaldía chilanga es la Catedral de Azcapotzalco, también conocida como la Catedral de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago.
De acuerdo con la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos el recinto se construyó en el siglo XVI y fue una de las primeras parroquias que tuvieron los dominicos.
Fue construida sobre un recinto ceremonial prehispánico. A lo largo de su historia ha sido escenario de muchos sucesos. De hecho en el atrio se libró una de las últimas batallas de la Independencia de México en 1821.
Además de su antigüedad, esta parroquia se distingue porque en la parte de enfrente tiene plasmada una hormiga roja, justo debajo del campanario.
La leyenda de la hormiga de Azcapotzalco
Las hormigas siempre han sido un distintivo de Azcapotzalco. La leyenda dice que Quetzalcóatl se convirtió en hormiga y bajó al inframundo, de donde regresó con granos de maíz para poder alimentar a las personas.
A fin de recordar este suceso se dejó como insignia a la hormiga roja. Una vez que comienza a construirse lo que ahora es la Catedral de Azcapotzalco se decide labrar una hormiga en honor a Quetzalcóatl, según se detalla en Relatos y Recuerdos. Memorias de Azcapotzalco de Edna Aponte.
La leyenda popular dice que la hormiga da un paso cada año y se acerca poco a poco al campanario. Una vez que logre llegar hasta él significará el fin del mundo tal y como lo conocemos. ¿Qué te parece esta leyenda? ¿Ya la conocías?
Ya que andamos por Azcapotzalco te invitamos a conocer su callejón del beso.