Bienvenido al barrio mágico de San Ángel, un vecindario conocido por sus casonas virreinales, su vibra artística, sus calles empedradas y sus rinconcitos fotogénicos.
Viernes
Por la tarde: Para darte una idea general de todo lo anterior y llevarte una probada de los atractivos de San Ángel, ¿por qué no inicias conociendo Villa San Jacinto. Inaugurado en 2015, se trata de un complejo comercial y cultural instalado en una mansión del siglo XIX. Si no has comido, haz una parada en Café de las Artes y prueba sus paninis acompañados de una bebida caliente: su máquina de café, enorme, brillante y de apariencia antigua, te transportará en el tiempo. Después, puedes recorrer sus tiendas (las hay de ropa y joyería) o conocer la propuesta artística de su galería.
Por la noche: Como te comentamos en este artículo, Cinemanía es todo un referente dentro del mundo de los cines independientes. Ubicado en Plaza Loreto, muy cerca del corazón de San Ángel, en este espacio siempre cuentan con una bien curada selección de películas, tanto independientes como clásicos de Hollywood y del Cine de Oro nacional. Si no te llenaste con las palomitas (o con la chela), lánzate a cenar rico en Loretta Chic Bistro, donde el chef Ábel Hernández propone una selecta carta mediterránea.
Sábado
Por la mañana: Nuestra recomendación es que comiences tu día por los rumbos de la Avenida de La Paz para desayunar en El Cardenal, famoso restaurante que nació en el Centro Histórico y que tiene sucursal en San Ángel. Su carta es vasta, mexicana y deliciosa; sin importar si pides enchiladas o unos huevos al gusto, no te puedes ir sin probar sus conchas con nata y su chocolate espumoso. Ya con energías tras el banquete, dirígete al Museo del Carmen, que ocupa un antiguo y bello colegio carmelita del siglo XVI. Además de su valiosa colección de arte sacro, este recinto es famoso por sus momias: ya no tendrás que ir hasta Guanajuato.
Por la tarde: El Bazaar Sábado es otro de los puntos ineludibles en tu recorrido por el barrio. Fundado en 1960, se trata de un centro artístico y comercial desplegado dentro de una enorme casona con patio interior. Allí encontrarás boutiques de ropa, joyería, muebles y comestibles. Después de tu tour de compras, puedes salir a la Plaza de San Jacinto, justo enfrente de El Bazaar Sábado, y pasear entre sus jardineras. Este será un gran momento para recorrer sin prisa el atrio ajardinado de la iglesia de San Jacinto o reposar en la tranquila y verde Plaza de los Cielos.
Por la noche: Hasta antes de la pandemia, a esta hora era habitual encontrarse con estudiantinas haciendo callejoneadas por San Ángel, así como con grupos teatrales dirigiendo tours de leyendas. Y aunque por ahora no se han reanudado estas actividades, lo que sí ya es un hecho es que la Plaza de San Jacinto ya presume de movida vida nocturna. La mejor manera de comprobarlo es sentarse en alguna de las cafeterías y restaurantes que la rodean; hay para todos los gustos: desde Café Borola o Café Solo Dios (aptos para cafeinómanos) hasta la relajada La Esquina del Té.
Domingo
Por la mañana: Aprovecha tu último medio día en San Ángel para visitar otro de sus espacios culturales por excelencia. Localizado frente a la Plaza de San Jacinto, el Museo Casa del Risco te permitirá darte una idea de cómo vivía la gente adinerada del siglo XIX, pues sus dormitorios, el comedor y el estudio, pertenecieron al célebre político y escritor Isidro Fabela. La fuente de su patio central, decorada con platos y pedacería de porcelana oriental, es sin duda una de las más bonitas de la CDMX.
Finalmente, antes de despedirte de este vecindario, tienes que desayunar en otro clásico de la zona. También instalado dentro del casco de una hacienda del siglo XVI, el restaurante San Ángel Inn reluce por sus decorados virreinales y por su menú, creado para presentar platillos de alta gastronomía mexicana. Si no sabes qué pedir, ve a la segura con el chile poblano relleno de huevos a la mexicana o la torta de elote con rajas poblanas.