Imagina desayunar un rico pan de lavanda y un café mientras respiras el aire del bosque y convives con la naturaleza, en un espacio como sacado de una película antigua, a poco más de una hora de la ciudad.
Entre dos barrancas, un río y el Manantial de la Asunción se encuentra Rancho San Martín Lavanda, una organización agroindustrial creada para impulsar la producción de flores aromáticas y el turismo ecológico. Está ubicado en el municipio de Tlahuapan, que forma parte del Parque Nacional Iztaccíhuatl y Popocatépetl y es considerado reserva ecológica.
Una impresionante vista de los volcanes te acompaña desde la entrada al rancho, que a pesar de estar un poco alejado de la carretera principal, es muy fácil de acceder. La entrada no tiene costo, pero para poder hacer las actividades y recorridos es necesario reservar previamente.
El principal atractivo son los invernaderos de flor de lavanda, con la que preparan aceites esenciales y muchos productos más. Al llegar, los encargados te guían en un recorrido por el lugar, donde puedes conocer la destilería y los tipos de lavanda, así como su forma de cultivo y la gran variedad de usos de esta planta.
Después viene una caminata por los senderos del rancho y un paseo por el bosque como terapia de relajación, al que han denominado “Baño Forestal”. Se trata de un delicioso recorrido entre cedros, pinos y amates, con los volcanes como fondo. La temperatura es muy agradable, entre 15 y 18 grados centígrados durante el día. Conviene tomar en cuenta que el mes más lluvioso es junio, el más frío es enero y el más caluroso es mayo.
Sumérgete en el mundo de esta planta morada
Puedes aprovechar la visita para aprender más sobre el proceso y propiedades de la lavanda con alguna de las actividades especiales, como el taller de elaboración de jabones, donde por un costo muy bajo, los especialistas del rancho te explicarán de manera amable y precisa todo el proceso y propiedades de las esencias aromáticas. Este taller también debe reservarse con anticipación.
Durante el mes de agosto, incluso puedes participar con tu familia en la cosecha de lavanda, que se realiza cada año (dependiendo de la floración). Y si vas con niños, les encantará la parte alta del terreno, donde tienen un criadero de conejos y gallinas a los que puedes dar de comer, así como distintas parcelas.
Al terminar el recorrido es indispensable visitar la tienda. Ahí encontrarás muchísimos productos derivados de la lavanda, como los aceites esenciales que ahí se producen, además de artículos para decoración y venta de plantas. Toma en cuenta que el rancho se sostiene en gran parte gracias a lo que se vende en su tienda.
El lugar no es muy grande y terminar el recorrido y actividades toma solo un par de horas, pero puedes seguir disfrutando el espacio probando las deliciosas paletas heladas de lavanda y el panqué (solo los fines de semana). Afuera de la tienda acomodan mesas y sillas y te permiten llevar tu propia comida e incluso armar un picnic, ya que tienen asadores y horno. Si te quedas hasta la tarde, será buena idea llevar repelente o, mejor aún, comprarlo ahí
Al final de este viaje no volverás a ver las fragancias y velas aromáticas de la misma forma, pues entenderás la complejidad del mundo de las esencias y su proceso, además de que el olor a pino y lavanda te acompañarán de vuelta a casa.
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Carretera Federal México-Puebla km 53.75, Santa Rita Tlahuapan, Puebla
Abierto de martes a domingo de 10 am a 6:30 pm. Recorridos guiados y actividades, previa cita.
Whatsapp: 55 4026 4613