No podemos asegurarte que curen todos tus males, pero sí que saldrás de ahí totalmente renovado. En cuanto podamos volver a viajar, lánzate un fin de semana a algunas de estas aguas termales cercanas a la Ciudad de México.
1. Los Azufres, Michoacán
Entre montañas de pinos y abetos, este parque nacional está ubicado en una zona que alguna vez tuvo actividad volcánica. Herencia de esto son sus aguas termales, a las que se les atribuyen poderes curativos. La ventaja de visitar este destino es que también puedes practicar otras actividades al aire libre, como senderismo o ciclismo de montaña. Encontrarás cabañitas acogedoras —con servicio de spa— y también propiedades en renta.
2. Chignahuapan, Puebla
Si bien no hay opciones de hospedaje tan emocionantes, puedes dormir en la ciudad de Puebla y hacer un day-trip a este poblado a pie de la montaña. Su cascada —una de las más visitadas de la región— tiene una caída de 100 metros sobre una poza de aguas termales. Este destino es frecuentado durante la temporada navideña pues una de sus principales actividades económicas es la elaboración de esferas.
3. Ixtapan de la Sal, Estado de México
Uno de esos lugarcitos con encanto, en este destino encontrarás aguas termales en distintas presentaciones: techadas o abiertas, además de una excelente oferta gastronómica. Los platillos principales: los chilacayotes en pipián y el mole rojo. En Ixtapan han sabido desarrollar un interesante turismo en torno al bienestar y los spas. Otro plus: a pocos kilómetros se encuentran unas grutas que puedes explorar para contemplar estalagmitas.
4. San Miguel de Allende, Guanajuato
Se trata de un tremendo dos en uno pues si bien al interior de este pueblo mágico —el favorito de muchos— no encuentras centros de aguas termales como tal, sí los hay a muy pocos kilómetros de distancia. Tal es el caso de La Gruta Spa y Escondido Place, ambos muy buena opción para relajarse en la naturaleza después de un par de días de explorar la zona.
5. Taninul, San Luis Potosí
Para estas aguas termales tendrás que recorrer una distancia más larga, pero servirán como punto de partida para descubrir el resto de la Huasteca Potosina, incluyendo la Cascada de Tamul, el jardín surrealista de Xilitla, el Sótano de las Golondrinas, entre otros. Para encontrar ese punto zen, te recomendamos visitar este sitio durante temporada baja.