A unos metros del Papalote Museo del Niño y de lo que era La Feria se encuentran las torres del Bosque de Chapultepec. Se trata de cuatro estructuras rodeadas por enormes fuentes en forma de serpiente.
Seguramente las has visto mientras paseas en la segunda sección de este bosque, pero, ¿te has preguntado para qué son o cómo llegaron ahí? Aquí te traemos la respuesta.
Las torres del Bosque de Chapultepec: ¿para qué son?
Aunque parecen sacadas de un castillo, en realidad son torres de ventilación. Cada una se encuentra en el centro de enormes estructuras circulares llamadas tanques de Dolores, los cuales fueron construidos a inicios del siglo XX.
Su objetivo era almacenar el agua proveniente de la planta de bombeo Condesa, la cual formaba parte del sistema Acueducto de Xochimilco. Cada uno tiene capacidad para almacenar hasta 50 millones de litros. En la década de los 60’s el arquitecto Leonídes Guadarrama se encargó de añadir fuentes en forma de serpiente alrededor de cada uno de los tanques. Se decidió que el diseño de éstas fuera similar al que tiene el Cárcamo de Dolores.
Con el paso de los años los tanques y las torres se fueron quedando en el abandono. Actualmente estas fuentes de serpiente ya no tienen agua; sin embargo, siguen siendo un atractivo imperdible de la segunda sección del Bosque de Chapultepec.
Respecto a los tanques, ahora tienen diversas plantas encima incluyendo suculentas y agaves. Aquí te dejamos un video para que escuches cómo es el sonido dentro de estas estructuras.
Museo Jardín del Agua
Dichos tanques y la zona que los rodea ahora forman parte del Museo Jardín del Agua. De acuerdo con ProBosque Chapultepec se intervinieron 16.5 hectáreas de la segunda sección como parte de este proyecto.
Se trata de un museo vivo que permitirá a los visitantes conocer el «funcionamiento de la red de suministro de agua potable a la ciudad para fomentar la conciencia e interés ciudadano sobre el manejo del agua en nuestra cuenca», se detalla en su sitio web.
En este museo también se abarca la fuente de Tláloc, el Cárcamo de Dolores (en cuyo interior se encuentra el mural «El Agua, Origen de la Vida», de Diego Rivera); así como la Cámara de Labdoma, del artista Ariel Guzik, la cual registra el ruido del agua y el viento y lo convierte en ondas sonoras que podamos escuchar.
En este enlace te dejamos más secretos del Bosque de Chapultepec.