
La gastronomía de barrios populares, en Estados Unidos, es homenajeada en Colmillo Masaryk. Se trata de una cocina fusión con jugosos cortes, tragos innovadores, buen ambiente y hasta un espeakeasy. Aquí los detalles.
¿Qué hace diferente a Colmillo Masaryk?
No cabe duda que en Polanco se esconden los restaurantes más exclusivos de nuestra ciudad y claro que Colmillo no es la excepción.

La decoración, los platillos y hasta la vajilla es una fusión del glamour newyorkino con la buena vibra de Los Ángeles. El ambiente te hará sentir en un bar gángster de los 70’s.
El menú combina el streetfood con cortes de alta calidad y preparaciones gourmet y dinámicas; todo un show al llegar a la mesa. De pronto, te verás maridando tacos con buen vino y cortes finos con Chaparritas. Sí, el refresco.
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Iniciamos con una entrada clásica: Ostión Chingón Kumiai al carbón con un toque de mantequilla de tuétano, ajo rostizado y piquín. Es un centro perfecto para abrir panza. La primera sorpresa al paladar.
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Aunque, también te recomendamos Col asada al carbón con aderezo de carne, pistaches, queso parmesano y un toque de aceite de trufa. Es marinada, por todo un día, en vino blanco.

Puedes disfrutar de pastas, ensaladas, arroces o proteínas guisadas al carbón… Pero, nuestra visita fue engalanada por una gamma taquera exquisita. Las salsas de mesa son sutiles y cero invasivas; no tengas miedo de probarlas.
Elegir nuestro favorito es una tarea casi imposible. Aunque, claro que tenemos un par de opciones ganadoras: Quemada de filete con tuétano que se sirve en la mesa y ni qué decir del taco de wagyu.

En conclusión: lo que le da un toque original a Colmillo es la irreverencia de mezclar la gastronomía de barrio norteamericana con la elegancia y sutileza de la alta cocina. Innovación, nostalgia y rebeldía en un mismo sitio.
Las opciones para brindar
Las mesas llenas y las copas chocando por doquier. Colmillo es un buen sitio para una reunión de fin de semana, una date y hasta un encuentro de negocios relajado y cero formal.

Probamos tres de los cócteles emblemáticos y el resultado fue un diez total. Primero Yacuza, una mezcla de guayaba, té verde, jugo de limón, miel de agave y Mezcal Unión.
Uno de los más frescos de la barra es Jamaica Style, una versión de mezcamaica con jamaica enchilada, limón y Topo Chico. Verdaderamente es la opción que buscas para relajar el cuerpo.
Qué onda con el speakeasy

Cuando pensamos que la experiencia había concluido con un par de tragos buenos y comida sabrosa, Colmillo remató: un speakeasy que mantiene el misterio y la vibra clandestina.
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Se trata de una sala exclusiva que se asemeja al camarote de un barco. La decoración roja y vibrante le da un toque sensual y un tanto gótica. Un lugar privado para continuar la sobremesa con trago en mano.
Para mantener los ánimos de fiesta siempre es buena idea ordenar el Pastel de Boda de tres leches, plátano, cajeta y nuez; llegará a tu mesa con dos novios en la parte superior y un mini espectáculo de pirotecnia.
📍Aristóteles 124, Polanco, Miguel Hidalgo / todos los días a partir de las 13:00 horas.