Hace algunos días, una serie de ilustraciones sobre tragedias mexicanas (como la de un pequeño niño al que se le caen todas las tortillas) inundaron las redes sociales. Para conocer más sobre ellas, platicamos con Andrés “Nove” Escobedo, su creador.
El proyecto con el que todos nos identificamos
La serie llamada Tragedias Mexicanas comenzó por puro ocio. Andrés recién había terminado su primer cómic titulado Espinoza: “Cansado de hacer páginas todos los días, recuerdo que me senté en la cama y dibujé a un niño con un sabucán y a otro con un refresco”. De esos bocetos salió algo interesante y fue así como comenzó a producir, sin parar, por semanas.
En estos dibujos hay una especie de reconocimiento de lo que significa ser mexicano en la infancia. De hecho, el que más ha llamado la atención es el de una niña con un libro de la SEP, el Atlas de México, a punto de caerse, pues no cabe en su mochila. En otro, una chancla rota a medio caminar nos recuerda que todos pasamos por ese martirio. También, en las maquinitas se ve a alguien cuyo sándwich (en la bolsa que dejó en el suelo para jugar) se lo come un perro callejero.
Es imposible no identificarse desde la nostalgia con estas ilustraciones y, por lo mismo, han causado sensación en redes sociales. En entrevista, el ilustrador menciona que la inspiración viene de su propia cotidianidad: él apenas tiene 26 años y vive en Mérida, Yucatán. Sus imágenes son el resultado de su imaginación sobre qué pasaría en ciertas situaciones, como cuando va a la tienda o está esperando el camión para regresar a su casa.
Un poco más sobre la vida del ilustrador
Andrés Escobedo creció viendo a su mamá pintar con Bob Ross. Recuerda el olor de los óleos y el aceite de linaza y a sus tíos dibujando pequeñas caricaturas en pedazos de servilletas manchadas de mole. “No sabría describirme de niño, pero recuerdo bien que mi mamá, a donde quiera que íbamos, llevaba en su laberíntica bolsa una libreta con hojas en blanco y una pluma Bic”.
Sin embargo, su estilo, como se puede ver en las ilustraciones de las tragedias, está influenciado también de Saturnino Herrán, Manuele Fior y Jorge González.
Nove llegó a su nombre artístico pensando que era una manera de hacer ilustraciones en completo anonimato y separar su vida real de la del artista. “En mi numerología soy el número seis, pero como estaba creando un personaje, solo invertí el seis a nueve”. También menciona que estaba fascinado con Da Vinci, así fue como decidió traducir al italiano su número favorito, “nove”.
Cuando hablamos del futuro, menciona que le gustaría seguir creando. “Tengo muchas historias que contar, mi vida la he entregado completamente al arte”, por eso tal vez en un corto tiempo podamos encontrarnos con más tragedias mexicanas a la Nove. Quédate pendiente a sus redes sociales, ya que pronto saldrán a la venta.