Sobre la calle de Monterrey, en la colonia Roma, se encuentra un nuevo lugar para tomar café de especialidad llamado Cumbé, que significa monte y celebración en un dialecto africano. Apenas abrieron a finales de octubre, pero ya ha llamado la atención de la gente que pasa por ahí por sus colores y su ambiente muy acogedor. Para conocerlo, nos lanzamos a probar sus cafés de especialidad y a platicar con los involucrados.
Rafa, su fundador, estudió en Australia, específicamente en la ciudad de Melbourne. Ahí descubrió la cultura que se desarrolla entorno al café. A pesar de no ser un país productor como el nuestro, les encanta tomarlo a todas horas y en diversos métodos. Ahí encontró la inspiración para, regresando a México, lograr consolidar un lugar al que todos sintieran curiosidad por entrar y probar un café de especialidad único en la ciudad.
Uno de los elementos esenciales de Cumbé es que cuentan con las mismas bebidas que seguro ya conoces: expreso, latte, capuchino, pero hechas con los métodos de Melbourne y cambiándoles de nombre al inglés: Piccolo, que es un expresso sencillo con leche; Flat White que es parecido a un capuchino, pero servido en taza grande. También puedes encontrar los tradicionales: prensa francesa, chemex, V-60. Todo depende de lo que te guste o lo que quieras probar.
Un lugar acogedor
El lugar es pequeño, tienen apenas tres mesitas frente a la barra. Pero sus colores rosas y naranjas, así como el atardecer reflejado en todo el espacio, te invitan a pasar un muy buen rato. Además, se asociaron con Plantavera y puedes encontrar tanto plantas como piezas de talavera a la venta en el lugar. Todo el menú de Cumbé es muy accesible, pues buscan que la gente no sienta que es pretencioso; y lo que es más interesante es que todos los productos de sus proveedores se encuentran disponibles y a la vista.
Entre los productos que más nos impactaron fue el ya conocido café Buna, que puedes comprar en grano o molido para que te preparen tu bebida. O los cold brew de Pistonero, que vienen en botellas de vidrio como si fueran una cerveza, pero cuyo sabor es inolvidable. De Pistonero destacan sus sabores como el de miel (Honey) o de miel negra (Black Honey), que fue el que probamos y nos pareció realmente maravilloso: frío, refrescante, dulce pero no empalagoso, ligero. También, sus panes y galletas son de marcas locales como Balat, que es una panadería artesanal que les prepara productos especiales para Cumbé.
Cuidadosos con el medio ambiente
Por si fuera poco, la cafetería se preocupa por el medio ambiente y sus envases están hechos con fécula de maíz con colorantes naturales transparentes que se deshacen, probado científicamente, en días.
Además de todo esto, los baristas saben que en Cumbé el cliente es lo más importante, y por eso se enfocan en el customer service: desde que llegas te invitan a sentarte en la mesa que más te guste, a pasear por el lugar, ver las plantas por si te quieres llevar una a casa, te sirven un vaso con agua y te enseñan el menú. También te explican en qué consiste cada bebida si lo prefieres, te recomiendan alguna basándose en lo que se te antoje ese día.
A pesar de que es un lugar apenas conocido, Rafa quiere extender los horizontes de Cumbé más allá de las colonias donde las barras de café ya abundan. Quizá en un futuro lograr establecer una cafetería en la colonia Doctores o incluso en otras ciudades, para descentralizar la cultura del café. Es preocupante que en México no se tome buen café, a pesar de que somos un país productor, o que el consumidor no sepa qué hay más allá de la taza que se toman por la mañana. %odo esto está a punto de cambiar con Cumbé.
Horario: Viernes a miércoles de 8 a. m. a 9:30 p. m. y jueves de 9 a. m. a 6 p. m.
Dirección: Monterrey 82, Roma